sábado, 24 de enero de 2009

Los Nadies.




Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada.

Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos:

Que no son, aunque sean.

Que no hablan idiomas, sino dialectos.

Que no profesan religiones, sino supersticiones.

Que no hacen arte, sino artesanía.

Que no practican cultura, sino folklore.

Que no son seres humanos, sino recursos humanos.

Que no tienen cara, sino brazos.

Que no tienen nombre, sino número.

Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.

Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.


Eduardo Galeano.

Imagenes:

Pumamarca - Povincia de Jujuy - Argentina. (solo a modo ilustrativo, me apena saber que existen "NADIES" en todo el mundo)

1 comentario:

Unknown dijo...

Soñamos tanto con ser, con no dejar de ser, con no desaparecer, y el sistema se encarga de devolver nuestro sueño en pesadilla. La realidad es tan cruda, tan cruel, nos olvidamos de todos los que no son como nosotros, que no pueden pertenecer (lejos de los privilegios, las tarjetas, las modas, la televisión). Ajenos a todo van por la vida, como pidiendo permiso, ¿Quiénes nos creemos para hacerlos sentir así? Y nos olvidamos de nuestras obligaciones, de nuestras responsabilidades, NOS OLVIDAMOS DE SER HUMANOS. ¿Cuándo cambiara esto? Cuando nuestro compromiso sea real, cuando realmente queramos cambiar las cosas, es así, somos demasiados hipócritas y esa hipocresía lastima, asesina, margina, segrega y condena.

Ellos son nadies, porque a nosotros no nos importa, porque a nadie le importa lo que les pase, apenas si nos sirven para tener mano de obra barata.

Los nadies, los hijos de nadie, los que no valen nada… pero la puta que valen, ¿Cómo no van a valer, son hombres, son mujeres, son niños, son ancianos, son hermanos, amigos, vecinos, compañeros?

Increíble texto, gran verdad la que cuenta Galeano.

Un abrazo grande para vos.

HologramaBlanco