miércoles, 21 de mayo de 2014

Café la humedad.





Miraba tras el vidrio mojado de aquel bar de Bs. As la gente pasar, como buscando su rostro en cada uno de ellos.

El café negro le sentaba bien, la tarde era lluviosa y se perdió en aquella pareja que en un abrazo se hacia pequeña para resguardarse de la fuerte lluvia bajo un alero.

Y fue ahí cuando él volvió a su mente una vez mas, sintió un escalofrío al darse cuenta que el único lugar donde ellos podían converger era en medio de los versos.
Quizás el soñar con aquellos ojos verdes quedaría en utopía…

Pero había logrado algo increíble que era  mirarlo sin verlo, sentirlo sin tocarlo, escucharlo sin oírlo y soñarlo sin conocerlo.


Tomo el ultimo sorbo de café, pidió la cuenta y salio a disfrutar de la lluvia con un brillo en su mirada que podría compararse al mas cálido Sol y una sonrisa en su cara que despejaría hasta el mas oscuro Cielo.