sábado, 20 de junio de 2009

Amemos a los perros.


Los de patas cortas y los de patas largas.

Los de hocico grande y los ñatos,

de cola peluda o enrroscada.

Y esos que son todo en uno.

Los que tienen un papá campeón

y los que nunca lo vieron.

Esos que de día se cuidan solos

y de noche buscan a quién cuidar.

Esos, que para pasar el frío

se transforman en su propio abrigo.

Esos que se encuentran a un amigo

en cada esquina, y te miran

con cara de ¿te puedo acompañar?.

Esos que hacen de un cartón, una cama

y de una reja, su casa.



Todos los perros merecen un hogar, que no es lo mismo que una casa.